Cuando dejamos de ser el centro dramático de nuestras propias vidas, logramos una ampliación que nos da la paz.
Alice A. Bayley.
Las nubes del cielo vienen y van sin que ello afecte al inmenso cielo que contempla imperturbado tal trasiego. De la misma forma, los pensamientos, las emociones, las imágenes y las sensaciones, son como tales nubes siempre cambiantes que no afectan a nuestra esencia.
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