La respiración es el proceso por el que captamos oxígeno y eliminamos anhídrido carbónico. Este mecanismo tan presente en nuestra vida guarda una estrecha relación con nuestro estado anímico. La respiración está influenciada por el estrés de la vida diaria; la tensión en general dificulta el proceso respiratorio, los nervios provocan una respiración rápida y superficial que aumenta la ansiedad de la persona. Modificando el ritmo respiratorio podemos influir en nuestro estado emocional; la respiración profunda y lenta nos calma, nos tranquiliza. A través de ella podemos regular nuestro equilibrio emocional. Es una excelente y sencilla técnica de relajación que nos ayuda a mantener el control de la situación para actuar de forma serena y equilibrada.
Es importante respirar por la nariz para facilitar la entrada de energía en nuestro cuerpo en línea con la filosofía yóguica que confiere mucha importancia a los ejercicios respiratorios.
Tipos de respiración:
Respiración abdominal.
Actúa principalmente el músculo diafragma. Al respirar por la nariz se facilita este tipo de respiración. Solemos estar relajados cuando utilizamos la respiración abdominal, aporta una gran cantidad de oxígeno y produce un efecto beneficioso en los órganos del abdomen por el masaje interno que provoca.
Respiración torácica.
Intervienen los músculos intercostales y aumenta el diámetro transversal del tórax. Es la más utilizada en nuestra sociedad, pero no es completa.
Respiración clavicular
Se ensancha la parte superior del pecho, aquí los pulmones no se expanden demasiado y el oxigeno no es suficiente. Cuando estamos muy tensos realizamos este tipo de respiración superficial.
Respiración completa.
Es una combinación de los tres tipos anteriores, produce una oxigenación óptima, es la más calmada pero muy poco utilizada ya que la tensión diaria dificulta el movimiento amplio de la caja torácica. Es muy beneficiosa para nuestra salud actuando sobre todos los sistemas orgánicos.
Respiración abdominal.
Actúa principalmente el músculo diafragma. Al respirar por la nariz se facilita este tipo de respiración. Solemos estar relajados cuando utilizamos la respiración abdominal, aporta una gran cantidad de oxígeno y produce un efecto beneficioso en los órganos del abdomen por el masaje interno que provoca.
Respiración torácica.
Intervienen los músculos intercostales y aumenta el diámetro transversal del tórax. Es la más utilizada en nuestra sociedad, pero no es completa.
Respiración clavicular
Se ensancha la parte superior del pecho, aquí los pulmones no se expanden demasiado y el oxigeno no es suficiente. Cuando estamos muy tensos realizamos este tipo de respiración superficial.
Respiración completa.
Es una combinación de los tres tipos anteriores, produce una oxigenación óptima, es la más calmada pero muy poco utilizada ya que la tensión diaria dificulta el movimiento amplio de la caja torácica. Es muy beneficiosa para nuestra salud actuando sobre todos los sistemas orgánicos.
Beneficios de una buena respiración:
Disminuye la fatiga.
Aumenta el oxígeno en la sangre.
Por la relación con los estados de ánimo calma nuestra mente.
Mejora la capacidad de dilatación de la caja torácica.
Facilita el aumento de volumen respiratorio.
Disminuye la fatiga.
Aumenta el oxígeno en la sangre.
Por la relación con los estados de ánimo calma nuestra mente.
Mejora la capacidad de dilatación de la caja torácica.
Facilita el aumento de volumen respiratorio.
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