18 febrero 2010

COMUNICACION







El bien crece con mayor abundancia cuando más se comunica.

En realidad, la atención es el alimento de la consciencia. Para actuar conscientemente, es menester estar atentos a lo que sucede.


El ser humano consciente dispone de la capacidad de enfocar su atención allí donde decide. Se trata de una capacidad que le permite eludir la dispersión mental, trayendo ideas e imágenes deseables al escenario de su mente. El que es capaz de dirigir el enfoque de su atención, puede proceder a desviar la atención de aquellos contenidos mentales que le debilitan e intoxican, como por ejemplo, las interpretaciones negativas, las quejas y los miedos estériles que no conduzcan a la acción. En realidad, desarrollar la capacidad de enfocar la atención allí donde uno elige, supone ejercer la verdadera libertad. Una Libertad nuclear con mayúsculas que aporta dominio sobre la esfera del pensamiento y permite que la mente pensada se transforme en pensadora con todas las consecuencias que esta sutil diferencia conlleva en la responsabilidad de la propia paz interna.

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